Los estudiantes que comienzan su entrenamiento en APH generalmente se encuentran algo preocupados acerca del estudio de la anatomía humana. Tranquilícese, no necesita aprender demasiada terminología médica. Puede ser que se sorprenda al ver dónde se localizan algunos órganos. Para brindar atención prehospitalaria no va a necesitar ser tan preciso como el personal médico en cuanto a la anatomía humana, pero si, necesita conocer estructuras básicas del cuerpo humano, sus funciones y localización. Lo más importante es que al iniciar su capacitación tenga una idea general de dónde se localizan los órganos principales, como funcionan y cómo se pueden ver afectados por enfermedad y/o traumas.
En cuanto a terminología, la cabeza es siempre la cabeza y los pies son siempre los pies. La mayoría de los términos que se relacionan con la anatomía humana son tan importantes para nosotros que siempre han sido parte de nuestro vocabulario común. El cerebro, los ojos, los oídos, los dientes, el corazón, los pulmones, el hígado, el estómago, la vejiga y la médula espinal son términos válidos en medicina de emergencia. También deberá aprender e incorporar en su lenguaje diario algunos términos nuevos como por ejemplo la arteria carótida, los nombres de los huesos entre otros.
El capacitado en APH deberá ser capaz de mirar el cuerpo de una persona y reconocer las principales estructuras internas y su localización general. Su preocupación no debe ser cómo se ve un cuerpo disecado, tampoco cómo se ve el cuerpo en una ilustración anatómica. Preocúpese de saber que al ver y examinar el cuerpo de las personas Ud. sabrá dónde se encuentran los pulmones u otros órganos. Cuando observe cualquier región del cuerpo, recuerde que para nuestro propósito los vasos sanguíneos y nervios van a todas las regiones del cuerpo y a cada una de las estructuras.